viernes, 23 de octubre de 2009

PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE: El desarrollo histórico del estudio de la mente


El interés de los filósofos era desctubrir qué era la mente y cómo funcionaba (interrogantes propios de los psicólogos conductuales). Descartes consideraba que algunos contenidos provenían de experienciassensoriales y, a su vez, la mente contenía ideas innatas comunes a todos los seres humanos al margen de su experiencia personal. Estas ideas innatas eran el concepto de Dios, de sí mismo y algunos axiomas básicos de geometría. Se denomina innatismo a esta aproximación filosófica.

Posteriormente John Locke (1632 – 1704) consideraba que todas las ideas eran aprendidas a través de experiencias posteriores la nacimiento, careciendo de ideas preconcebidas. La mente era una tábula rasa que se iba rellenando con ideas e información conforme la persona tenía diversas experiencias sensoriales. Se denomina empirismo a esta aproximación filosófica, adoptada por un grupo de filósofos británicos entre los siglos XVII y XIX.

Entre ambas escuelas había una discusión en torno al contenido y a la función de la mente. Descartes consideraba que funcionaba de forma no predecible ni ordenada de acuerdo con reglas o leyes identificables. Tomas Hobbes (1588 – 1679) propuso una alternativa. Aceptó la distinción entre conducta voluntaria e involuntaria y del control de la mente sobre la conducta voluntaria, pero afirmó que la mente operaba de forma predecible y ordenada.

De tal forma, la conducta voluntaria estaría refida por el principio del Hedonismo, según el cual se buscaría alcanzar placer y evitar el dolor, sin preocuparle que fuera algo deseado o no.

Para los empiristas existe otro concepto importante, el de Asociación, según el cual las sensaciones simples se combinan hasta formar ideas complejas por medio de asociaciones. Dichas asociaciones constituyen los ladrillos de la actividad mental, por lo que dedicaron un considerable esfuerzo a detallar leyes de asociación.

Leyes de asociación: existen dos conjuntos de leyes para el establecimiento de asociaciones.

A. Leyes primarias: Originadas por Aristóteles y sus tres principios para establecer asociaciones: contigüidad, similitud y contraste.

1. Contiguidad: La más importante. Si dos eventos ocurren juntos en el espacio y en el tiempo de forma repetida, quedarán asociados.

2. Similitud: Dos ideas se asocian si son similares en algún aspecto. Dicho principio ha sido confirmado por diferentes investigaciones ( Causto y Domjan, 2001; Rescorla y Furron, 1997)

3. Contraste: Dos ideas se asocian si tienen alguna características contraria. No existe evidencia científica que lo ratifique.

b. Leyes secundarias: Fueron establecidas por otros empiristas. Entre ellos destacó Thomas Brown (1778 – 1820) quien propuso que la formación de asociaciones estaba influida por el número de factores:

1. Intensidad de las sensaciones

2. Frecuencia con la que ambas ocurren conjuntamente

3. Recencia

También se consideraba que dependía del número de asociaciones anteriores en las que cada evento estaba involucrado y similitud entre estas asociaciones pasadas y la que forma en el presente.

Los empiristas no realizaron experimentos para validar dichas leyes ni jerarquizarlas. La investigación empírica de los mecanismos de asociación empezó con Hermann Ebbinghaus (1850 – 1909) en el siglo XIX.

Ebbinghaus inventó las sílabas sin sentido. Se usó a si mismo como sujeto experimental, midiendo su capacidad para recordar dichas sílabas bajo diversas situaciones experimentales. Con ello descubrió:

1. La fuerza de la asociación funciona mejor con el entrenamiento

2. Las sílabas sin sentido que aparecen juntas en una lista se asocian con más fuerza que las que quedan distantes.

3. Una sílaba se asocia con mayor fuerza a la siguiente de la lista que a su anterior.

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